EL NUNCIO de BOTERO
El
Nuncio: Yo soy de
España. Estoy aquí para dar instrucciones
correctas sobre religión y catolicismo.
Sacerdote: ¡Perdóneme! Yo ya soy a sacerdote de este lugar y yo
sé todos sobre religión.
El Nuncio: Pues, tú estás de Colombia y tienes un color
morena. Tú no sabes tanto como yo porque yo estoy blanco y de Europa.
Sacerdote: Yo soy el padre y amigo de estas personas de
Columbia. ¡Yo estoy el sacerdote de las personas!
El Nuncio: No quiero discutir contigo. Acaba de darme sombra.
Sacerdote: ¡Yo insisto! Mi gente está los católicos buenos y
yo estoy un sacerdote bueno también.
El Nuncio: Sin embargo, yo soy de Europa y sólo tengo autoridad
en religión ahora.
Sacerdote: ¡Pero nosotros no necesitemos usted! ¡Nosotros
nunca tenemos¡
El Nuncio: Bueno, esto es mi deber.
Sacerdote: ¿Deber? ¿Usted habla deber? ¡Poder es que usted
quiere!
El Nuncio: Yo soy amable y respetuoso. Yo quiero lo mejor
para su gente. Pues, mi gente ahora.
Sacerdote: ¡Amable¡ ¡Respetuoso¡ Usted no me llamas por USTED mucho
menos tiene respeto por mi gente.
El Nuncio: Pues sacerdote moreno, yo tengo dominio ahora y no
hay que nada tú puedes hacer.
Sacerdote: ¡Nos ayudamos Dios! ¡Esta es corrupción!